martes, 28 de febrero de 2012

domingo, 19 de febrero de 2012

Tardes de invierno

Encender la chimenea,pasear a los perros,disfrutar y combatir el frío,ver cómo cae la niebla,acompañando a la tarde,leer el diario de Trapiello,escaparse de vez en cuando a Montaigne...Esas pequeñas cosas,loas a una vida virgiliana que,en su sencillez,como una fantasía,nos van iluminando el camino,a veces tan oscuro.

martes, 14 de febrero de 2012

Damián Flores y el Cine Avenida.





Así se veía el Cine Avenida,en Gijón,hace ya muchos años,antes de que desapareciera para siempre.




Y así lo vemos ahora,desde nuestro sofá,gracias a los pinceles de Damián Flores.Todo un placer.


miércoles, 8 de febrero de 2012

Rita (1998-2012)

No hizo ruido ninguno.Así fue su vida con nosotros.
Fue un regalo que hicimos pero,al no ser aceptado,vino de vuelta a casa.Parecía a veces consciente de ello,de su condición de hija no esperada,no deseada,y así,procuraba no hacerse notar,como si no quisiera resultar una molestia.

En su juventud era feliz persiguiendo una pelota.Usaba una técnica curiosa para prolongar su diversión,que consistía en un fingido despiste,un mirar no viendo,pues dotada como estaba con un prodigioso olfato,por muy difícil que se le presentara el lance,siempre descubría la pelota mucho antes de lo deseado.

Se desencantó pronto del juego,pues comenzó de forma muy temprana a sufrir los acosos de la artrosis en sus patas traseras,provocándole molestias cada vez mayores,y quién sabe si también una cierta humillación al no conseguir los exitos con la pelota a que nos tenía acostumbrados.

A estos problemas siguieron otros,como una falta de visión que avanzaba a la par de una sordera galopante,que hicieron de ella una dulce viejecita prematura.Todo ello la llevó a abandonar sus aficiones deportivas en favor de actividades más serenas,como los baños de sol y las curas de sueño.

En su humildad,parecía no estar nunca,y ahora el vacío sin ella es inmenso.

La echamos de menos como se echa de menos la ternura,el cariño,el sosiego,la bondad...necesidades primarias que no valoramos demasiado,hasta que nos desgarra su ausencia.

Qué cierto es aquello que decía el personaje,creo que de "El abuelo",cuando contaba algo así como:"¡Qué me va a contar a mí lo qué es estar sólo,que ya se me han muerto tres perros!"

Se fué de nuestro lado sin hacer ruido,como había vivido,y con tanta bondad que hasta quiso llevarse con ella toda la soledad del mundo,pero pequeñita y débil como estaba,no pudo con tanto equipaje y nos lo dejó aquí,en el pasillo,y ahora no sabemos qué hacer con tanta pena.


viernes, 3 de febrero de 2012

W.S. 1923-2012

Un gato en un piso vacío

Morir, eso no se le hace a un gato.
Porque qué puede hacer un gato
en un piso vacío.
Trepar por las paredes.
Restregarse entre los muebles.
Parece que nada ha cambiado
y, sin embargo, ha cambiado.
Que nada se ha movido,
pero está descolocado.
Y por la noche la lámpara ya no se enciende.

Se oyen pasos en la escalera,
pero no son ésos.
La mano que pone el pescado en el plato
tampoco es aquella que lo ponía.

Hay algo aquí que no empieza
a la hora de siempre.
Hay algo que no ocurre
como debería.
Aquí había alguien que estaba y estaba,
que de repente se fue
e insistentemente no está.

Se ha buscado en todos los armarios.
Se ha recorrido la estantería.
Se ha husmeado debajo de la alfombra y se ha mirado.
Incluso se ha roto la prohibición
y se han desparramado los papeles.
Qué más se puede hacer.
Dormir y esperar.

Ya verá cuando regrese,
ya verá cuando aparezca.
Se va a enterar
de que eso no se le puede hacer a un gato.
Irá hacia él
como si no quisiera,
despacito,
con las patas muy ofendidas.
Y nada de saltos ni maullidos al principio.

Wislawa Szymborska