martes, 20 de marzo de 2018

Resulta imprescindible




Ahora que el jardín despierta

de su letargo invernal,

me asomo y busco el consuelo

de la primera flor.

La primavera que sueño

es un paseo por el campo.

Nada especial, un campo humilde.

Me bastan dos o tres árboles,

algún pájaro, un sendero.

Vosotros a mi lado.

Charlas y risas, algún recuerdo.

No me importa que llueva,

que haga sol, que sople el viento.

De todas las maravillas

que adornan este sueño,

sólo vuestra presencia

resulta imprescindible.